miércoles, 21 de abril de 2010

VIAJAR DE TÍO GILITO (PARTE II)

Como continuación del post anterior, añado algunas cosas prácticas que aprendí en los viajes:

-Que el polvo ensucia y ayuda a aproximarse a la gente.
- A no olvidarme,  porque es de justicia, de llevar caramelos sin azúcar para los niños y medicamentos (nosotros sólos no vamos a arreglar el mundo).
- A circular por carreteras en las que es mejor no parar bajo ningún concepto.
- Que la pasta tiene que ir contigo bien guardada y en diferentes sitios (de cajón; no lo sé).
- Que en 3/4 del planeta no sirve para nada la tarjeta de crédito y el teléfono móvil.
- Es mejor viajar con guía y conductor. (Son tu móvil y mapa de carreteras donde las haya).
- Es mejor que sea el guía quien pague las propinas y se encargue de la intendencia. A él es conveniente pagarle al final y no contradecir sus decisiones en público.
- Es importante mostrarse siempre seguro y convencido de las decisiones que se tomen.
- La pasta abre muchas puertas en forma de propinas.
- Procurar no realizar regalos a personas cuyo importe luego no puedan devolver (la pobreza es una cosa y el orgullo es otra).
- Los mejores cambios de moneda son los que te hacen los propios empleados de los bancos o de los hoteles.
- Pedir el té hirviendo para desinfectar el agua y usar el mismo té para rebajar el sabor de la leche de cabra.
- El estreñimiento y las descomposiciones del estómago van emparejados y serán compañeros inseparables de viaje.
- En las arenas del desierto funcionan mejor los Land Rover (pesan menos) que los Pajero. Así mismo es conveniente asegurarse de que llevamos una bomba para llenar de aire las ruedas que deshinchemos (el resto se supone).
- Es importante alquilar vehículos con el tubo de escape alto (aseguro que llueve y que cuando lo hace se mete el agua por él) y con pocos componentes electrónicos (mejor ninguno).
- No aceptar cambios de monedas que no conozcamos y no tener prisa en las transacciones. Tú eres quien tiene la pasta y marcas el ritmo.
- Todo se negocia y exige su tiempo.
- Normalmente cuanto más caros, mejor son los hoteles; más segura será su caja de seguridad (mejor con dos llaves y dentro de la recepción del hotel).
- No dar el cante. No somos el Coronel Tapioca, ni ellos saben quién es. Así que mejor ser disrcretos.
- Cuando no se pueda contactar con la embajada es recomendable confiar en el director del hotel, pensión o como se le pueda denominar a algunos antros. Suelen tener buen criterio.
- Vacunarse con tiempo y llevar el teléfono de Sanidad Exterior porque los mosquitos pican y de cojo....
- Para acelerar los trámites no viene mal unos billetes olvidados entre las hojas del pasaporte o cuando se estrecha la mano.
- Cuando vayas a realizar tus necesidades mirar atrás. Nunca se sabe.
- En algunos lugares es recomendable dar la vuelta a los zapatos antes de calzarlos y vestir con camisetas de manga larga, pantalón hasta los tobillos y calcetines aunque haga mucho calor. Es simple prevención y sentido común.
- Aunque te creas acompañado, estás solo, y en algunos lugares no vales nada.
- Respetar tradiciones, costumbres y religiones sin criticarlas es acercarse a quien te acoge.
- Que en la calle hace mucho frío y el suelo es duro.
- Dar las gracias de corazón, estrechar la mano con pasión (en occidente no sabemos qué es eso) y sonreir mientras abrazas a quien te da lo que tiene.
- Son las mujeres quienes sostienen el mundo y normalmente lo hacen con muy poco.

Por último, todo se resume a seis cosas básicas sin las cuales no se puede salir de casa:

- Las llaves de casa (si no queremos molestar a un amigo o dormir en un hotel al regreso).
- Llevar el pasaparte con una caducidad superior a seis meses.
- Ir acompañado de un pañuelo. (Forma parte de paquete multiusos y sirve para todo).
- No olvidarse las gafas graduadas ni romperlas. (Las ópticas no abundan).
- Llevar pasta.
- Vacunarse adecuadamente.