Creo que he viajado de todas formas y colores. He dormido en grandes hoteles, pensiones, campings, parques, estaciones... He degustado todos los países y de todos guardo gratos recuerdos. De ninguno de ellos escribí, y de muchos ni siquiera guardo fotos. Nunca me gustaron las cámaras, ni las maletas demasiado grandes.
Dicen que para viajar sólo son necesarias cinco cosas:
PAÑUELO: muy útil para taponar heridas, cubrir la cabeza para el sol (sí, reíos, reíos), para limpiar las manos después de tocar lo que no se debe, hacer atillos para guardar cosas de valor...
GAFAS: quien de verdad las necesite para leer o para el sol lo entenderá de inmediato. El viaje sin ellas puede llegar a ser horrible.
DINERO: alguno pensará que con él se solucionan todos los demás problemas. De verdad que no. O sino, figuraos lo que puede pasar si además de lo anterior nos hemos dejado el
PASAPORTE: Probad a entrar en EEUU, Israel, o en algunos países árabes sin él y sin el visado. Ni Botín con el Santander pasan. Dentro del país ya podremos utilizar la pasta como si fuéramos el Tío Gilito.
LLAVES: no me refiero a las del hotel donde nos alojemos. Eso no es problema. Llegad a casa un domingo, o de madrugada sin ellas. Ya podéis ir a un hotel, o a tocar un poco las pelotas a un conocido, por no hablar de las pintas que podéis llevar vestidos con camiseta de tirantes y bermudas a bajo cero en Burgos. Os juro que os lo cuento porque lo sé.
De todas formas también recomiendo el dar la vuelta a las cosas. Cunden un montón. es muy práctico hacerlo con los calzoncillos, cuando se manchan de un lado los das la vuelta y a correr. También lo podéis hacer con los calcetines, que se sudan por dentro, pues nada, y además los cambiáis de pie.
Como siempre muy acertado. Te sigo y da gusto leerte
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